Paula Narváez Ojeda, presidenta del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (Ecosoc), y Mario Lubetkin, subdirector general y representante regional de la FAO, fueron las destacadas presencias que nos acompañaron en el cierre de la 23° Conferencia Regional.
Lo hicieron junto a la presidenta de Cooperativas de las Américas, Graciela Fernández Quintas; el presidente de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), Ariel Guarco; y el presidente y CEO de NCBA Clusa, Doug O’Brien.
Fue el epílogo de las dos jornadas que tuvieron lugar en el Centro de Desarrollo y Formación en Economía Social (Cedefoes), gestionado por la Cooperativa Coacehl en Comayagua, Honduras.
La Conferencia fue transmitida en directo por plataformas digitales y en total participaron más de 900 cooperativistas de todo el continente y otros lugares del mundo.
El panel de cierre se llevó a cabo bajo la consigna Miradas a Futuro, Una Economía al Servicio de las Personas y las Comunidades, desde América para lo Global.
En primer lugar, O’Brien celebró el encuentro «inspirador» convocado por Cooperativas de las Américas y consideró que «un efectivo desarrollo cooperativo es más necesario que nunca».
El directivo estadounidense señaló que «el único camino que podemos tomar hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es con más cooperativas robustas alrededor del mundo. Para eso es indispensable que haya mejores políticas, que favorezcan a las personas que eligen este camino cooperativo.»
Finalmente, O’Brien invitó a todo el movimiento cooperativo americano a la Conferencia Coop Impact, organizada por NCBA Clusa el 2 y 3 de octubre en Washington.
A su turno, Narváez Ojeda expresó el compromiso y a expectativa del sistema de Naciones Unidas para trabajar en conjunto con el segmento de la sociedad civil integrado en las cooperativas.
La representante chilena, hoy a cargo del Ecosoc, advirtió que “el Mundo está lejos de alcanzar los ODS y es crucial acelerar el progreso hacia su implementación” y subrayó que “los y las líderes mundiales reconocen que las cooperativas forman parte de la solución”.
En ese sentido, destacó las resoluciones sobre las cooperativas en el desarrollo social, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas, y la propuesta de proclamar al 2025 como Año Internacional de las Cooperativas.
En cuanto a la agenda venidera, también planteó como desafíos aprovechar la oportunidad generada por la Cumbre Social Mundial, prevista también para 2025, y la más cercana Cumbre del Futuro, en septiembre de 2024.
“Tenemos la necesidad de centrar el apoyo a las cooperativas como empresas sostenibles y pujantes”, concluyó Narváez Ojeda.
Lubetkin, por su parte, reafirmó que las “cooperativas son aliadas clave” y destacó su papel en la lucha contra el hambre y así como en la inclusión de la agricultura familiar en las cadenas agroalimentarias.
“La asociatividad y la identidad cooperativa impactan directamente en sistemas alimentarios más eficientes, inclusivos, sostenibles y resilientes.”
El representante de FAO consideró que la acción colectiva que este modelo lleva adelante permite avanzar hacia la sostenibilidad a lo largo de la cadena agroalimentaria, respondiendo a los desafíos que se presentan en las dinámicas de producción, distribución, financiamiento, logística y consumo.
Finalmente, Lubetkin alertó que para 2050 hay que producir 50 por ciento más de alimentos, “por lo tanto las cooperativas son aliadas clave a la hora de contribuir a la seguridad alimentaria en las próximas décadas”.
